En este lado del Atlántico que es América latina, me levanto con la noticia de que al Presidente Evo Morales, casi lo "asesinan" en un atentado aéreo algunos países europeos por no dejar que su avión presidencial (no es el number 1) aterrizará en sus aeropuertos para repostar. Entre los "asesinos" esta mi querido país España. Un país que día tras día demuestra su carita de país esbirro, primero de la política subimperial de Alemania, y luego de la voz de su amo llamada OBAMA. Hoy siento vergüenza torera de ser español y de pertenecer a un país en manos de un Rey caduco, y un gobierno corrupto que carece de la menor dignidad posible.
En la prensa internacional -incluida la poca española que no se ha dejado avasallar por la complicidad interesada del gobierno Rajoy- se ha montado un pollo mas gordo que lo de Griñan haciendo de cordero degollado y ofreciendo su "sacrifico" a las juventudes de un partido como el PSOE que por mirar todo el tiempo para otro lado, se ha convertido en el mejor amigo de Rajoy. Otras plumas mas finas que la mía están levantando la indignación de los que cada día nos sentimos mas indignados y menos representados por un gobierno y un país de pandereta y castañuela, la "España Bananera" que va por el mundo dando lecciones de democracia y dignidad cuando realmente no sabe lo que es eso. Ya ni siquiera la selección de fútbol nos representa porque su pecho se desinflo ante un Brasil con coraje, ganas e ilusión que nos ha aterrizado dejándonos con el culo al aire: la verdadera cara de nuestra desgracia actual, `por ser un pueblo indigno que no sabe jugar su lugar en la historia; intoxicados por treinta años de mentiras y medias verdades; creyéndonos que la hostia cuando somos nada mas que un pueblito manchego lleno de sanchopancistas con una ambición voraz por defraudar, robar y chulear a todo hijo de vecino que se nos pone a tiro.
No se como podremos restablecer los llamados lazos históricos con los que eufemisticamente llamamos nuestros hermanos latinoamericanos, ya son muchas meteduras de pata y mucho bochorno- incluido el real- el que algunos hemos tenido que soportar por parte de nuestros gobernantes. La reacción de los países soberanos latinoamericanos debe ser contundente, y quizás -dando ideas- yo reclamaría la expulsión inmediata de los embajadores de los países que negaron el aterrizaje del presidente Evo; o la nacionalización de unas cuantas empresas; por no pedir que se revisen tratados y convenios. Quizás así aprendamos, por las malas, que la dignidad es algo importante; y que además de ser "putas baratas" del IMPERIO, no debemos poner la cama.
