CIUDADANO KALLE

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lunes, 13 de mayo de 2013

ESTAMOS TOCANDO FONDO

La verdad que hoy me gustaría hablarles de la primavera; de como cuando llega el calor, las penas parecen llevarse mejor y se comen con queso. De como los amantes se les calienta la sangre -eso dicen- y se hace mejor el amor a la sombra de un chopo, con una manta y después de degustar una buena tortilla de patata y unos filetes empanados: cosas de otros tiempos, que creíamos perdidos de la España del seiscientos o el Simca mil, pero que vuelven con fuerza, porque el cine esta imposible, el teatro ni se diga y lo de salir por las noches o el terraceo son lujos casi ya imposibles. Si acaso gorronearle a algún amigo con trabajo -ya quedan pocos-que te pague unas cañitas, pero eso si sin echárselas  a los chinos, no vaya a ser que te toque pagar ...y ¿cómo?
Lo mejor para estos tiempos de crisis aguda, como el apendicitis que te puede terminar en peritonitis, es enamorarse. Encontrarse con un antiguo amor al que le vayan las cosas tan mal como a ti, y lameros las penas mutuamente. No solucionareis nada, pero de seguro que el calentón, ayudado por el buen tiempo, os servirá para regocijaros con la vida; con esta perra vida que cada día pasa de tener cara de perro a cara de tiranosaurio, porque te están comiendo vivo.
También puedes buscar un nuevo amor. Un amor tipo Los Puentes de Madisson y encontrarte con tu Francesca, mientras tu juegas  a ser Roberts, con ese aire cosmopolita y de ciudadano del mundo que tienes que ir pronto adquiriendo para poder emigrar allí donde no sólo cuecen las habas, sino te las dan de comida. Visto lo visto los españolitos de esta nueva generación  en algunas décadas, podrán hablar de la vida en lejanas tierras, no ya viendo películas  como hacían hasta ahora, o yendo de veraneo al Caribe o a los mares del Sur; sino que experimentaran en carne propia, ser ciudadanos del mundo por obligación. Curritos ilustrados del capitalismo neoliberal que nos insufla aventura por montón.
Lo cierto es que "estamos tocando fondo" como decía el verso del poeta de la posguerra. Y ese fondo esta totalmente enlodado; en una palabra: lleno de mierda. Y a ella, cual gorrinos, nos estamos enfrentando sin saber mucho que hacer. Con la maleta llena de sueños incumplidos; de nostalgias de lo que nunca fuimos pero si nos lo creímos; pero ricos en mentiras -el PP nos ha dado una buena cosecha de ellas en este año y poco que nos gobierna- que no tiene precio en el mercado europeo.
Dicen que en Alemania se vive bien. Que hay "curro", pero ya sabemos que trabajo: camarero, pinche de cocina y cosas así. Curro de emigrante de la Europa del Sur, lo de siempre. Los alemanes siempre nos han visto exóticos, desde el siglo XIX cuando les parecíamos muy pintorescos y venían a retratarnos y pintarnos. Ellos, con su alma romántica, sus versos de Goethe y su música de Shuman, siempre nos describieron como bajitos por naturaleza, poco ordenados y dados  ala anarquía.Siempre pensaron que eramos africanos y que mas abajo de los Pirineos sólo había "carne de cañón . Y a lo mejor no les ha faltado verdad, porque con ellos siempre hemos echo el primo. Y jamás les hemos sabido plantar cara a sus ansias de convertirnos en su patio trasero.
Pero no nos quejemos tanto. Ya les digo que tengo el alma contenta: es primavera...aunque ya lo sea menos en el Corte Inglés. Es tiempo de sonreír. Se alargan los días y con ello hay mas tiempo para estar parado sin hacer nada. O si lo miras mejor y con optimismo, para seguir buscando un curro que te permita comer este día o encontrar al  de turno que te pagará la cena.
¡Compañero agarre bien a su moza, esposa, amante o lo que sea, y desé un garbeo por las calles, que están repletas de parados como usted! Estamos tocando fondo.