Lastimosamente los artistas españoles actuales al parecer no tiene mucho interés por acercarse a reflexionar sobre lo que como país y como pueblo nos esta ocurriendo. Desde que el arte es el mercado, y éste dicta las urgencias y sueños de nuestros plásticos, el arte y la política no parecen llevarse bien.
En otros momentos, artistas como Picasso, se comprometían con su presente político social, para ofrecernos una memoria visual del franquismo instaurado, en la que el dictado quedaba reducido a un mamarracho histórico: "Sueño y Mentira de Franco".
Hoy, todo el proyecto que representa el actual gobierno del gallego Rajoy, esta construido sobre una gran mentira. La de hacer creer a este pueblo español, abotargado y sanchopancista, de que la solución a la crisis pasaba por el hecho de que el llegase a gobernar. La mentira de Rajoy, como las grandes mentiras de la historia, estaba basada en que se repitiese una y mil veces hasta que desgraciadamente para la suerte de todos nosotros, se convirtió en realidad; es decir: Rajoy gobierna; aunque, como era de esperar, la crisis no sólo no se ha solucionado, sino que se ha agravado en estos 10 meses de gobierno popular.
Pero la mentira de Rajoy, al igual que la misma mentira de Franco que ilustrase el pintor malagueño, encerraba también un sueño. No sólo el sueño hecho realidad de que un ser tan gris, "misterioso" como lo ha calificado una revista económica en estos días, llegase a ser presidente de España (ya en si mismo un hecho insólito cuando no digno de un esperpento de Valle Inclan), sino el sueño de que una vez conseguido el poder, llevaría, en un tiempo récord -estamos en ello-, el cambio involucionista más extraordinario y sorprendente que haya sufrido cualquier democracia occidental en los últimos 70 años.
El sueño de Rajoy, sostenido en la mentira del progreso reformista, se esta cumpliendo escrupulosamente y meridianamente. Desde Franco, ningún proyecto desarrollado por la derecha española había tenido tal calado y tan rápido desarrollo; y ello -esto hay que reconocérselo al señor Rajoy- sin pegar un tiro, ni tener que hacer una guerra civil; aunque, el camino no se haya terminado de andar y veremos lo que pasa.Sino con la complicidad de 10 millones de votos de un pueblo que al parecer había perdido la brújula de su realidad, y había enfangado la memoria de su historia contemporánea.
El proyecto involucionista del PP es hoy un hecho que sólo los ciegos de alma y espíritu se niegan su existencia. Y entre esos ciegos de alma y espíritu tendríamos que colocar a gran parte de la prensa y periodistas de este país: ¿o quizás son ellos también parte de la mentira y del sueño de Rajoy? La mayoría de los medios de comunicación de este país están siendo cómplices complacidos de este proceso involucionista desarrollado a gran escala por el gobierno del PP. Empezando por la propia RTVE; sólo basta ver que las voces del ayer, de ese ayer que creíamos superado y enterrado en el mar, como decía el poeta, han vuelto a sonar en nuestros receptores, y nos asaltan el alma, llenándola de rabia e impotencia, todas las noches de los domingos: palabra de beatle.
