CIUDADANO KALLE

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martes, 18 de septiembre de 2012

SE FUE SANTIAGO CARRILLO

El título de esta entrada se lo tenía dedicado a Esperanza Aguirre: era un ¡¡SE FUE!! admirativo. lleno de gozo y de contento. Pero la vida no perdona y nos coge de improviso, y no hay mas remedio que dedicar otro "Se Fue",a un hombre que contrariamente que Esperanza, significo todo para la izquierda de este país, desde que la noche oscura del franquismo nos inundo: SANTIAGO CARRILLO.
Santiago Carrillo era de Gijón, y al mar Cantábrico irán a parar sus cenizas. Fumaba como un carretero. Y fue el divulgador de una idea con la que los de mi generación fuimos creciendo: Eurocomunismo. La idea no era de él, sino de los pensadores italianos que querían distanciarse del comunismo soviético. Carrillo convirtió el proyecto en un proyecto ilusionante para una España de la transición, en la que el PCE, abanderado de la resistencia anti-franquista,  tuvo que renunciar a muchos de sus anteriores posiciones, como, por ejemplo, el lenilismo. Y algo que a la larga y a toro pasado, ha sido más fundamental para la llamada hoy "izquierda trasformadora": mirar para otro lado en aras de una transición democrática que no pidió cuentas a los afectos al anterior régimen. Carrillo si bien no fue un padre directo de la Constitución y al parecer por eso no puede ser velado en el Congreso, si fue parte fundamental del espíritu de esta Constitución. Yo me atrevería a decir que tanto él como Suarez fueron las figuras claves. Suarez porque trato de desmontar el franquismo, convirtiéndolo en algo más presentable para Europa y el mundo, y nombrando a un Rey que jugase el papel de equilibrio; y Carrillo porque le quito a la izquierda la idea de "pasar la cuenta", y llegar a pactos, como los de la Moncloa, que para bien y para mal nos han traído hasta aquí. En un momento nuevamente histórico: con una derecha que vuelve a sus raíces post-franquistas nunca olvidadas, un nacionalismo catalán que reclama Estado; y una Europa que se ha convertido en la "quimera del oro". Porque contrariamente como ese Eurocomunismo creía, la Europa de los mercaderes con doña Merkel a la cabeza, ni nos hace más justos, ni mas igualitarios. Hoy el debate, que Carrillo no podrá presenciar como espectador crítico, será si continuamos o no en esta Europa destinada a machacar dignidades y convertir al Sur en su patio trasero; si la Monarquía puede aguantar el arreón social que se avecina; y si la España que conocemos llegará al año 2015, o, por el contrario, tendremos que hablar de una España Federal, fuera del Euro y pagando con pesetas; o una España sin Cataluña y el País Vasco...y cuidado también sin Galicia y Valencia.
Carrillo se ha ido. Se fue tras una larga vida intensa y llena de cosas extraordinarias en todos los sentidos, porque su vida fue de todo menos anodina y rutinaria. Los que nacimos a la política bajo su signo de rebeldía y de dignificación de un pueblo español que salía de una larga noche, lo echaremos de menos. Como en su momento hemos echado en falta  a la Pasionaria, o a Iguanzo, el Paisano. Eran luchadores curtidos. Con verbo fácil y potente. Capaz de llenar plazas de toros y cines a reventar. Eran los cantores de la ilusión, como ha señalado Luis Pastor. De una ilusión que 30 años de transición se ha terminado llevando por delante, sin dejarnos nada mas que la prima de riesgo disparada, y el índice de paro mas alto de nuestra historia. Con un porvenir más que incierto. Y una derecha española y europea dispuesta a devolvernos al siglo XIX. 
Carrillo se fue, supongo que echándola ultima calada al cigarrillo. Nosotros seguimos aquí. Lo recordaremos como a tantos otros. Pero seguimos aquí. Y la batalla por la dignidad y la esperanza por una sociedad más justa no se han ido con ellos; al contrario, siguen vivas entre nosotros.