Da un poco de vergüenza ajena, ver como en plena crisis del PSOE, lo único que se les ocurre para salvarse de las "quemazones" que vienen sufriendo, recurrir a símbolos dinosaurios, y montarle un homenaje a Felipe Gonzalez; un homenaje que la ciudadanía no ha pedido. A estas alturas del partido, y creo que sólo a los militantes más sufridos les interesa homenajear a uno de los causantes de todo lo que nos ocurre, porque en un país con una frágil memoria y un olvido machaconamente publicitado desde los medios de comunicación, Felipe ha sido el diseñador de este "estatus quo". De vender la Socialdemocracia española, timorata y copatrocinadora del liberalismo, al proyecto del capitalismo salvaje.
Por si se nos olvida, Felipe Gonzalez nos metió por la puerta trasera en la UE, desmantelando el campo y el tejido industrial de comunidades como la asturiana; nos mintió con respecto a la OTAN; y renunció a la "O" de obrero de su partido, para abrazar fervientemente los marcos alemanes, los interesesde la Banca que le prestó el dinero para sus campañas electorales y para muchas mas cosas.
Felipe Gonzalez es el iniciador del giro derechista de su partido y el origen de esta crisis de identidad. Durante sus gobiernos coloco en los ministerios de Hacienda y Economía a los partidarios de la reforma a la inglesa de doña Margaret, y los postulados del librecampismo de Regan: dos de esos ministros estaban en su homenaje en primera fila.
Felipe Gonzalez fue poco a poco desmontando la participación ciudadana; creo a los GAL; y llevó a este país a la parrilla de salida del paro: no se nos olvide que en su época -ahora tan vitoreadas por sus acólitos- tuvimos la primera de las cifras récord de parados: más de dos millones y medios; hoy ampliamente superada por los récord de Zapatero y del señor "pinocho".
Algunos no olvidamos o nos negamos a olvidar. El retorno de este Jedi que ahora nos viene a dar lecciones de clarividencia, de gurismo político parece confirmar que la crisis del PSOE es mas profunda de lo que la ciudadanía cree. Sí para que el PSOE recoja la senda de las reivindicación social y se aparte de su complicidad histórica con las fuerzas económicas más reaccionarias de este país, consiste en hacer lo que su antiguo ministro Rubalcaba, ha llamado el "radicalismo reformista", entonces la cuestión es muy grave. De esta manera, el PSOE no sólo no saldrá de la crisis, porque su crisis sobre todo es de confianza e identidad (lleva perdido varias décadas) sino que será un partido candidato a desaparecer, o convertirse en el partido que fue antes de la transición: un partido testimonial.
El PSOE no se da cuenta que el tiempo de Felipe y sus chicos, que hoy lucen canas y cartera llena,ha pasado. Para combatir el monstruo que ellos ayudaron a alimentar con sus reformas socio-liberales, sus recetas son viejas y sólo constituirían el giro de los 360º grados para quedar en el mismo sitio. Creer que unos cuantos minutos en el telediario, o que algunos militantes pidan perdón en un vídeo que el partido ni asume, va a cambiar la dinámica de su caída es creer en pajaritos preñados. Su problema es hondo, tanto como su angustia; y de muy difícil arreglo. Afortunadamente, la izquierda real y trasformadora tiene otras fuerzas en que mirarse y dar su voto. Sólo falta que el pueblo español, tan sanchopancista históricamente, se atreva a proponer ese revolcon histórico que la crisis demanda, porque con los pañitos calientes que el PSOE propone vamos apañados.
