Los populares y el gobierno de Rajoy han puesto el grito en el cielo porque los ciudadanos, en particular la asociación de las victimas de los desahucios, han decidido pasar a "la acción directa" pacifica, hartos que los poderes del Estado, la Banca, los jueces y cualquiera, les tomen el pelo y los conduzcan, en el mejor de los casos, a vivir bajo un puente, y, en el peor, a tirarse por el balcón ante el acoso (escrache) de la banca, que al fin de cuentas son los que dictan las normas de convivencia de este país.
Según Rajoy, que incluso va a ventilar nuestras miserias a París quizás para que desde allí Europa lo oiga mejor y vea lo decidido que es su gobierno frente a los débiles, los desahuciados y su asociación están infiltrados por ETA. En Madrid Cospedal, la delegada del gobierno de Madrid y cualquier dirigente del PP que quiera tirar balones fuera por estar untados en la corrupción hasta el cuello, le ha cogido gusto a esto de sacar a ETA a relucir cuando la gente, la ciudadanía, empieza estar hasta el moño. Algunos medios de prensa y televisión, esos opinadores pagados con el sobresueldo de los grupos de opinión, aliados de la gran banca, también han empezado esta semana una campaña contra los desahuciados y sus voceros, acusándolos poco menos de terroristas. Todos ellos, gobierno y medios, si que han creado un escrache infinitamente más peligrosos que el que estos grupos ejercen sin violencia en la ciudad. Su escrache sí que va a por todas: destrozando la sanidad pública, la educación publica; queriendo privatizar hasta el aire que respiramos.
El escrache del gobierno Rajoy, del PP, de los grupos mediáticos al servicio de la banca y grupos financieros del país; el gobierno de Merkel y sus socios holandeses de ultraderecha, con la complicidad de un parlamento europeo que lo único que les preocupa a "sus señorías" es ver cuando viene el lobby de turno para sacarle una tajadita, pasándose por el arco del triunfo el voto de sus electores. Todos ellos si cometen ACOSO contra la ciudadanía todos los santos días en nuestras caras.
España y Europa ha entrado en una espiral que lejos de solucionarse, se agudiza mas cada día. Mariano se insufla de cinismo gallego cuando afirma que a nosotros jamas nos pasará como a Chipre. Que esos chipriotas no son nadie en Europa y nosotros ni somos de Chipre , ni claro esta, tampoco de Ruanda. Pero Rajoy miente, como es ya su costumbre: no sólo nos puede pasar, sino que nos esta pasando aunque la estética sea distinta. España esta al borde de una confrontación social que si no se ha dado es porque durante treinta años los gobiernos de turno del PP y el PSOE nos hicieron creer que vivíamos en un país ideal, y que habíamos llegado al final de nuestra historia. Nos vendieron la moto de una monarquía moderna, cercana al ciudadano, llena de ejemplaridades morales y éticas; y ya ven lo que esta pasando. Un monarca campechano, casi como el amigo del bar, en él que podíamos confiar porque era "el gran padre borbón"; es decir, tan confiable como el director de nuestro banco que nos vendió las preferentes; y ya ven como mata elefantes y se hace acompañar por señoras rubias de titulo de hojalata. Un rey que nos había salvado de volver a la dictadura, y que se la había jugado por su pueblo: tiene muy buenos amigos en Arabia Saudita. Hoy los cuentos para niños han dejado de tener eficacia. El Estado creado por el bipartidismo y la Monarquía se hace añicos, día tras día. Los conservadores y los chupasuelas del PSOE, sus voceros de la prensa y la televisión, no saben ya como pararlo, y en vista del éxito, pues toca ya tirar de ETA y meterle el miedo del terrorismo al personal, que todavía -aunque ya menos- suele creer en cuentos chinos. ETA es el recurso de un poder que empieza a sentir que el piso se le mueve: ¿Qué harán cuando se disuelva?
Vaticino que la presión ciudadana no sólo no bajará, sino que irá en aumento: es el síntoma de una sociedad podrida; de una Europa de los mercaderes podrida. Es bueno recordar que hoy se cumplen cien años del nacimiento del creador del famoso tango "Cambalache" (1934), Enrique Santos Discépolo. Una obra maestra, que esta profundamente vigente. Los argentinos que saben mucho de los "cambalaches" históricos por los que han pasado, también se inventaron el término "escrache", surgido del lunfardismo; ese "idioma porteño" tan argentino como Evita o el Papa Francisco. Escrache tiene que ver con la estafa del billete premiado de lotería. Y fue utilizado por primera vez en la Argentina de Menen para denunciar los indultos presidenciales a los golpistas de la dictadura.
Hoy el escrache ya esta en las calles de España para denunciar la estafa de estos treinta años de transición. De como se puede vender humo y condenar a la gente al suicidio. En Chipre, los ciudadanos ya tienen un nuevo vocablo también argentino para definir lo que les pasa con sus ahorros y sueldos secuestrados por los bancos: corralito. Hace unos meses tan sólo, Rajoy y sus peperos decían en TVE, y en cualquier medio de comunicación de su órbita, que España y Europa no eran la Argentina, que aquí eramos mas desarrollados. Pues bien, por lo menos Argentina esta de moda: ¡BIENVENIDOS A LA ESPAÑA DEL CAMBALACHE!
