CIUDADANO KALLE

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viernes, 24 de agosto de 2012

LA RESTAURADORA DE BORJA DEL ECCE HOMO

Lo que le ha sucedido a la buena señora de pueblo zaragozano de Borja, que soñaba con ser una gran artista y restauradora, es lo mismo que le sucedió a mi santa madre el día que decidido que mi atesorada talla en madera  del Congo, estaba demasiado sucia y envejecida como para decorar el mueble del salón. Así, ni corta ni perezosa, un buen día le hecho mano a "Benjamin" (así lo llamo yo cariñosamente), y lo hizo pasar por el taller doméstico de restauración. En un  plis plas, pase de tener una reliquia con cierto valor antropológico y etnográfico, a tener un reluciente negrito que me miraba con ojos recién pintados. Creánme si les digo que si no hubiese sido mi madre, la hubiera ahogado allí mismo; pero el lazo familiar me contuvo de cometer un "madricidio", aunque por mi boca salieran los mayores blasfemias que hubiese proferido hasta entonces.
Lo que ha pasado en Borja no es para tanto, incluso si lo vemos con serenidad tiene su lado positivo. Gracias a la "buena maruja restauradora", Borja ha aparecido en el mapa del mundo virtual y mediático, que es ya el único que existe. Si antes nadie se pegaba el paseito para ver aquella pintura del Ecce Homo, que digamoslo aquí tampoco era un Miguel Ángel, ahora hacen cola y van en procesión para ver el monigote. Al parecer el bueno del Alcalde se ha dado cuenta que la artista de cursillo de Casa de Cultura, les ha hecho un enorme favor, y como están en fiestas y en agosto, pues que mejor que dejar el monigote a la vista para que todo el que quiera se pase por allí y deje sus euritos en el comercio del pueblo, que no faltara -y si no al tiempo- que a alguno de los avispados aragoneses, se le ocurra empezar a vender llaveros, camisetas y cualquier otro souvenir, con la imagen del nuevo "santo": el Ecce Horror de Borja.
Pero no siempre llueve al gusto de todos. Al parecer el único que no esta por la labor de dejar a la vista el monigote, es el cura, cómplice del delito.Señala este buen sacerdote, que tiene ejemplares similares en muchas zonas de España capaces de quitar un suelo de ochocientos años de una capilla y colocar en su lugar una baldosa de cerámica de las que anunciaba la "China de Boyer" (véase el cura de las Rozas, en Cangas de Onis y sus restauraciones de la capilla románica de San Bartolo), que el protagonismo de las fiestas se lo debe llevar la Virgen; cosa que suena algo ya imposible, dado que ya están por medio los medios estadounidenses con su gran aparato publicitario. Comenta la prensa que una universidad norteamericana esta dispuesta a desembarcar, donde nunca estuvo Hemingway, para hacer un estudio sociológico sobre el asunto, como si ellos no tuviesen ya suficiente con el hecho de los asesinatos en manos de adolescentes, y menos adolescentes, que cogen una rabieta y se llevan por delante a 15. El caso de Borja no es comparable. Si bien nuestra buena señora no esta cualificada para la restauración y no lo estará por más que haga curso de pintura en el invierno promovidos por la casa de la cultura, y el cura es un vainas ignorante que le importa un bledo el patrimonio local y de seguro le gustaría poner a la Virgen iluminada como un arbolito de navidad, lo de los norteamericanos es mas grave, porque no pintan monigotes sino  dejan cuerpos como un colador.
Al final al parecer todo va a tener final feliz. Y de seguro la buena octogenaria Doña Cecilia (tiene 81 años), podrá ya dormir tranquila. El Centro de Estudios Borjianos (CEB) ha tomado cartas en el asunto y mandarán restaura, esta vez se espera que a expertos no vaya a ser que nos den otra vez gato por liebre, el monigote ya famoso. Pero si me piden mi opinión, yo más bien estaría por la labor de que lo dejasen tan cual esta, por lo menos en el tiempo que dure la tormenta mediática. Para el pueblo será una manera de atraer turistas de todo el mundo y particularmente norteamericanos, muy dados a ir a Disneylandia; y montaría un negocio en paralelo que iría desde cobrar por la foto hasta crear "chuches" con la cara del Ecce Horror, además de confeccionar camisetas. Todo ello, patrocinado por el Ayuntamiento que de seguro debe tener las arcas vacías con tanto recorte. Lo único que no me gusto del monigote -ya Doña Cecilia  anticipo que no le había dado tiempo de terminarlo- es que le falto esa barbita recortada propia de Rajoy y del Ecce Homo; por lo demás lo dejo hecho un pincel: un monigote a otro monigote.