La última cumbre de países latinoamericanos, junto con España y Portugal, celebrada recientemente en la bicentenaria ciudad de Cádiz, ha sido muy ilustrativa para comprobar dos cosas importantes. La primera que Europa esta en una crisis profunda, y no sólo económica, sino de modelo social y político. Y la segunda, y no menos importante, que el neoliberalismo es una corriente en alza y no en retroceso.
El modelo Europeo surgido de la Segunda Guerra Mundial que se basaba, por un lado, en la gestación de un Estado del Bienestar que simultáneamente deberían administrar y procurar su aplicación tanto la derecha democrática como la socialdemocracia; y, por otro lado, la contención del "peligro" soviético y sus influencias sobre los partidos comunistas europeos, que, dicho sea de paso, habían contribuido como ningún otro partido a la caída de los fascismos, menos -y por desgracia- a la caída del fascismo español que gozo de "buena salud", con el apoyo de estadounidenses y europeos; al parecer ha llegado a su fin. Primero fue la caída del comunismo soviético y el fin de la llamada "guerra fría", una caída que la Europa occidental vio como un triunfo propio, además de contar con la inestimable ayuda de los norteamericanos. Esa caída supuso el campo libre para el gran proyecto de contrareformas que la Europa de los capitales quiere culminar en esta última etapa, apoyándose en las tesis de la nueva gran doctrina: el NEOLIBERALISMO ES IGUAL A MODERNIDAD.
Después, vino el ascenso de los partidos conservadores con una nueva camada de políticos (Aznar y sus chicos) que perdieron rápidamente de vista sus compromisos con el llamado Estado del Bienestar; y una socialdemocracia cada día más aburguesada, con falta de presencia de trabajadores en sus cuadros, y una creciente dependencia del modelo Demócrata norteamericano, y cuyo político en España mas representativo ha sido Felipe Gonzalez. Ambas circunstancia han entrado en su fase final. El Estado del Bienestar se hace añicos por todas partes en Europa. En su lugar, se dice estar construyendo una Europa más eficaz y menos costosa; con menos Estado y mas presencia en la toma de decisiones de los grandes grupos políticos y económicos que van unidos esta vez de la mano sin ninguna concesión y sin ningún tipo de mascara.
Hoy, Europa ya no es la vanguardia de los derechos colectivos o ciudadanos. No es el modelo a seguir para que otros países del mundo caminen por una senda mas democrática y menos injusta social y económicamente. Hoy Europa, es la culminación de un gran proyecto reaccionario llamado neoliberalismo, que se inició ya hace treinta años en los Estados Unidos y algunos países europeos como Inglaterra y Alemania.
Pero este proyecto reaccionario, que va directamente contra los intereses y logros de la clase trabajadora, que sigue siendo, sin eufemismos, la gran masa de los europeos, tuvo un ensayo previo en Latinoamerica; y esa es el otro punto que se descuelga de la reunión de Cádiz. Hemos asistido como los gobiernos de derecha reaccionarios que se han instalado en España y Portugal han solicitado que sus "amigos latinoamericanos" les echen una mano para salir del atolladero económico. Que les muestren las "recetas económicas" que les hacen triunfar. Pero lo cierto que las recetas latinoamericanas, con excepción de algunos países como Venezuela, Bolivia o Ecuador , son las mismas que están aplicando en España, Portugal, Grecia, Irlanda y la mayoría de los países europeos; es decir: son recetas mas de los mismo, son recetas neoliberales.
la gran diferencia con Latinoamerica es que allí ya han tenido recorrido, y por lo tanto se han ensayado mejor, ajustando sus fallos y realizando una política de tierra arrasada de cualquier proyecto que huela a mayor intervención del Estado; de cualquier tipo de proyecto que procure un bienestar social. El "amigo latinoamericano" no tiene recetas salvadoras, sólo tiene ensayos neoliberales cumplidos.
Qué pueden aportar países como México, Colombia, Chile, Guatemala, Costa Rica incluso el tan alabado Brasil, por citar tan sólo algunos, al pueblo español trabajador para salir de la crisis: NADA. En sus respectivos países el neoliberalismo desde la década de los 80, viene haciendo estragos. Desarrollando políticas que hoy vemos introducirse en Europa: desmantelamiento de los servicios estatales de sanidad y pensiones, yendo a una política privada; desmantelamiento de la educación publica en beneficio de una excluyente educación privada; desmantelamiento de los controles del Estado para que la inversión extranjera de los grandes capitales se haga con el control de los recursos naturales del país, incluyendo tierras fértiles para cultivo de biocombustibles; perdida de la representatividad ciudadana en beneficio de bipartidismo hegemónico que solo representan interese privados; exclusión social; medidas ultraconservadoras en política de aborto y religiosa; políticas agresivas contra los sindicatos y agrupaciones sociales destinada a su disolución, incluso por la fuerza; en fin, lo que ha ocurrido en gran parte de Latinoamerica en los últimos treinta años es el triunfo real del neoliberalismo. El mismo neoliberalismo que ahora se ensaya en Europa y se vende como más modernidad y más europeismo.
Rajoy pedía a los latinoamericanos mayor inversión en España y otros países de Europa que lo están pasando mal; pero lo que Rajoy pedía no era la inversión o la solidaridad de los Estados americanos, un concepto que después de treinta años es inexistente en el área siendo modificado por el Mercado, sino la inversión de las grandes compañias privadas que controlan sus economías. Lo que estaba pidiendo es que el mexicano Slim, el hombre mas rico del mundo, al menos eso dicen, se ponga de acuerdo con el señor Botín, otro no menos rico, y que entre ambos diseñen una política "beneficiosa" para el provenir de España. Al parecer le están haciendo caso, y ambos se han entrevistado este fin de semana en Austin, Texas, con motivo de la Formula 1. El tercer invitado, que no se sabe si acudió para que Slim le diese las gracias por sus buenas acciones en favor de sus intereses, o a pedir trabajo ahora que se va del cargo, fue el Presidente Calderón de México.
Así, de Cádiz a Austin, las recetas neoliberales recorren el mundo no de la mano de portafolios de Estados soberanos, sino en el maletín de un banquero o de un inversionista extranjero que dice hablar en nombre de colectividades enteras. Entendiendo que lo que es bueno para sus interese, para sus compañías esparcidas por el mundo entero en función de un nuevo colonialismo, es bueno para el conjunto de españoles, mexicanos o portugueses.
Países como Colombia, por ejemplo, han iniciado una política de venta masiva de todo lo que poseen, incluido ríos y tierras; sin descontar todo lo que se encuentra en el subsuelo. A esa política el Presidente Santos, lo llama modernización del país. Pero lo cierto es que la discriminación social sigue y se acentúa la brecha entre pobres y ricos aún subiendo el 6% del producto bruto; y teniendo el mayor numero de inversionistas privados de su historia.Colombia. Colombia se pone como ejemplo de país actualmente exitoso. Cómo país con soluciones para España.
No nos engañemos, ni nos dejemos engañar más: el futuro de la Europa del sur esta mas cercano ahora a esos países marcados con una fuerte desigualdad en ascenso, gracias al modelo neoliberal, que al modelo finlandés. Quien no quiera verlo es un necio o un cómplice de ese modelo.Quien no quiera seguir saliendo a la calle a defender sus derechos sociales, es un aliado de esta política neoliberal o simplemente es un autista social que sigue sin enterarse de ,lo que pasa.
La solución no pasa por las recetas "exitosas" del modelo neoliberal con sus distintos canales de divulgación, entre ellos la prensa y la televisión española. La solución esta en pararles los pies. Los latinoamericanos no lo hicieron con la suficiente fuerza; y donde lo hicieron cambiaron de política. La pregunta a realizarnos es: ¿seremos nosotros el próximo ejemplo a mostrar del modelo neoliberal?
