Ayer se celebró un nuevo aniversario del nacimiento de la II República Española que el golpe militar y la posterior guerra civil española desarrollado por el Dictador Francisco Franco, destruyeron. En toda España, cada vez con más fuerza, se llevaron actos de recordatorio; y, lo más importante, se reclamó la necesidad de luchar por una III República. En plena crisis institucional, y con el modelo partidista surgido de la transición posfranquista, tocados. La Monarquía impuesta desde el franquismo como solución de continuidad a sus intereses sociales, económicos y culturales, esta agotada. Ni el recambio del Rey por el Príncipe Felipe le llevaría a una solución, dado que esta crisis no es de personas sino de constitucionalidad y de modelo de Estado.
No obstante, y como bien afirmó Julio Anguita ayer, hay que tener cuidado de no caer en un optimismo infantil al creer que el sólo hecho de un modelo republicano va a ser la solución mágica para los problemas que actualmente nos aquejan. El republicanismo lo hay en Europa, y no siempre ello sólo es garantía de que entremos en una España más justa y solidaria; en una España laica; en una España social; y, por que no: socialista. En Francia, por ejemplo, el republicanismo ha sido una constante desde varios siglos, y no por ello han podido acceder a una Francia social. Lo mismo digo de la tan admirada Alemania, donde fue incluso republicana, y muy republicana, con un régimen como el de Hitler.
Pensar que en la derecha, y en la ultraderecha española, no hay republicanos es de inocentes. Por el contrario, creo que la ultraderecha española, incluida la que preconiza a puñalada trapera Esperanza Aguirre, es muy republicana. Pero la república que ellos tienen en mente no es la República que la gran mayoría de la España actual tiene en mente. Su modelo de república es bastante mas parecido a la polaco, tras haber abandonado "el comunismo real". Un modelo de república católica y reaccionaria. En el que el modelo ultra liberal campe por sus fueros; y no exista un proyecto de transformación real del sistema capitalista. Por ello, hay que tener los ojos bien abiertos a lo que ciertos grupos reaccionarios y ultra católicos están ya diseñando. Hay que impedir que su modelo de república nos sea vendida como la panacea y nos vuelvan a dar "gato por libre" como con la Transición o la Monarquía. Ciertos medios de comunicación españoles, empezando por el periódico El Mundo, y terminando por ciertas cadenas de televisión incluida la Sexta o Antena Tres, son aliados de este proyecto. Hemos visto como estos medios se han convertido en muy críticos del JuanCarlismo y de los desastres de la Monarquía. Pero pensar que en ellos hay una posición social de izquierda trasformadora, es caer en el juego de las ingenuidades. Su proyecto de Estado esta a años luz del proyecto de la república proyectado desde la izquierda trasformadora. Incluso el PSOE, con el grupo PRISA, estarían diseñando un recambio "débil" a la Monarquía. O aceptarían la segunda opción: cambiar al actual Rey, y poner a Felipe VI como solución final, diseñando entorno a él una especie de "segunda transición"; al frente de este proyecto se encuentra el "felipismo" y cuenta con el apoyo de Zapatero. Esta iniciativa de ciertos sectores del PSOE y del grupo PRISA, con el País, no sólo traicionaría las bases de su partido, que quieren realmente una República de cambio de modelo económico y social, sino que se convertiría, una vez, más en un timo patrocinado por un partido que se dice de izquierdas.
Nuestro apoyo a una III República española como nuevo modelo de Estado, que permita la construcción de un federalismo como modelo de convivencia entre las distintas culturas y sensibilidades españolas. Una República Popular y Socialista, cuyo modelo no sea este caníbal modelo capitalista terminal, que nos esta llevando a la destrucción, la pobreza y el hambre. Salud y República.
