CIUDADANO KALLE

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miércoles, 25 de julio de 2012

EL DESASOSIEGO

Estamos viviendo una semana loca.Una semana que puede cambiar el rumbo de la historia reciente de España. La "prima de riesgo", esa pariente desconocida hasta ahora que nos ha salido a todos los españoles, se ha disparado por encima de los 600, y el diferencial del bono español a diez años con Alemania, esta ya por encima de 7%, lo que se suponía era la línea roja que no podíamos sobrepasar, según nuestros sesudos economistas. Por otra parte, Europa, que es lo mismo que decir, hoy por hoy, Alemania y sus acólitos satélites, sólo se dedica a dar palmaditas en la espalda de nuestro sudoroso y calvete ministro de economía, mientras por detrás trabaja para que el BCE no se salga ni un pelo de la ortodoxia que marca el banco nacional alemán que es quien verdaderamente le paga el sueldo al italiano Draghi. Más para el puchero: nuestras autonomías, una a una, van entrando en vereda, y piden el rescate del Estado. Ya van Valencia (gobernada por el PP desde hace tiempo), Murcia que juega al despiste (también gobernada por el PP hace tiempo) y Catalunya (gobernada por la otra derecha nacionalista) que de vanguardia de las reformas  de privatización a pasado a la retaguardia.
Estamos viviendo una semana jodida, y hay que decirlo con todas las letras. Una semana que no sabemos si nos van intervenir ya sin tapujos o eufemismos lingüísticos, o nos van a mandar a el margen del euro. A los griegos los alemanes ya le han dicho que vayan pagando los sueldos -escasos- en dracmas, para ir facilitando un "suave aterrizaje"  a su inevitable salida del euro, que es poco menos que decirles que adiós, pero nos van a pagar hasta el último euro y sin consideraciones ni rebajas. A pesar de que este gobierno que tenemos nos dice, una y otra vez (ya importa cada vez menos lo que diga), que no estamos como Grecia, lo cierto es que cada día vamos por el mismo camino.
Duermo mal y me levanto cabreado. Ni las vacaciones, privilegiado yo, me sirven de cura. Vivo -me imagino que al resto de los españoles les pasa igual- pensando en esa "prima". Me acuerdo de la familia de la Merkel a todas horas; de la de Rajoy; de la de sus ministros; de la de los diputados de la Unión Europea; de la de  los periodistas que desinforman; de la de los ladrones de guante blanco; de la de los de Bankia; y de la de todos los que han tenido que ver algo en este chanchullo sin distinción ideológica. Es verdad, que también tendría que incluir parte de mi culpa, cuando acepte, como tantos otros, que nos metieran gato por liebre, con esto de Europa. Pero en mi descarga, debo decir que no estuve entusiasmado con esta idea desde el principio: no era posible que Alemania hubiese pasado del marco al euro sin ningún tipo de cambio, así directamente; mientras al resto nos costaba 166 pesetas y unos céntimos. Ya entonces esto olia mal. Ya entonces debíamos haber salido a la calle y decir que esto era un timo hecho a la medida de una nación que piensa que el resto de Europa es su "patio trasero". Y que sólo estamos aquí para comprarle sus productos, y encima darle las gracias. Pero los españoles solemos reaccionar tarde y, con frecuencia, mal. No tenemos olfato para los timos. Y, desgraciadamente, nos sobran los chorizos, los pícaros y los políticos de derechas y socialdemocratas que nos han vendido por la inmediatez de sus Audis, de sus yates en Valencia y sus pisos en Nueva York. Somos un pueblo salido de una novela picaresca, que, a veces, da la campanada histórica; pero que con frecuencia nos conformamos con baratarias inexistentes.
No se que pasará cuando llegue el próximo lunes. No se si ya seremos mas parecidos a Grecia o seguiremos desangrándonos en esta agonía de "primas" que baten sus propios recor en estas olimpiadas de la mentira y la miseria como premio. Tenemos que ir pensando como vamos a deshacer este nudo gordiano de quedar fuera del euro alemán. Porque debemos superar nuestras contracciones y miedos. Buscar aliados en el sur para levantar la voz y decir:YO NO PAGO....Mientras, nuestro ministro de justicia nos prepara un futuro de tontos.